miércoles, 19 de diciembre de 2012
miércoles,19 de diciembre
Hoy me apetece escribir, pero no se me ocurre sobre qué puedo hacerlo.
Normalmente lo hago sobre cómo me siento, pero ahora no tengo ni idea de quién soy ni de lo que soy capaz de hacer.
Así que empecemos por algo fácil.
¿Te gustan las serpientes? No no, en serio, no es una broma.
Son animales increibles, arte que se mueve de forma sinuosa y silenciosa.
No imponen con su tamaño pero han convertido la supervivencia en una habilidad que las hace independientes e impredecibles.
El león es el rey de la jungla. Ruge, corre, muestra sus garras pero, a la hora de cazar, esa gran fuerza, esos dientes tan afilados no lograrán jamás alcanzar la elegancia del veneno.
Si tienes un poco de sentido común las admirarás desde la distancia, no son mascotas a las que encerrarar en una urna, son sal-va-jes. Tarde o temprano atacarán y, entonces, no tendrá ningún sentido que te decepciones porque sabías lo que era desde el principio, cuando la mirabas y la cuidabas como si realmente te importara.
Claro, abandonala. Lo que hizo es imperdonable, deja que me sienta culpable por tener veneno y por haberlo utilizado sin darme cuenta. Sabes que realmente nunca quise hacerte daño.
Perdón, no hablábamos de mi... hablábamos de las serpientes....
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